Buenos días a todos. Comenzamos el día con la siguiente fábula, a ver que conclusiones somos capaces de sacar.
“Unos ratoncitos, que estaban jugando despreocupados en un prado, despertaron a un león que dormía plácidamente al pie de un árbol. La fiera, levantándose de pronto, atrapó entre sus garras al ratón más atrevido de la pandilla.
El ratoncillo, preso de terror, prometió al león que si le perdonaba la vida la emplearía en servirlo; y aunque esta promesa le hizo reír, el fiero león decidió soltarlo.
Tiempo después, la fiera cayó en las redes que un cazador le había tendido y como, a pesar de su fuerza, no podía librarse, atronó la selva con sus furiosos rugidos. El ratoncillo, al oírlo, acudió presuroso y rompió las redes con sus afilados dientes.
De esta manera el pequeño roedor cumplió su promesa, y salvó la vida del rey de los animales.
El león meditó seriamente en el favor que acababa de recibir y prometió ser en adelante más generoso”.
En los cambios de fortuna, los poderosos necesitan la ayuda de los débiles.
Todos podemos ser necesarios en un momento dado. Lo que realmente es importante es que seáis lo que seáis debéis intentar ser de los mejores y para eso hay que prepararse bien.
PADRE NUESTRO…
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