Muy buenos días a todos.
Hoy te voy a contar una historia. Cuentan que un chico soñó que entraba en un gran comercio, y que allí había un ángel detrás del mostrador.
‐ ¿Qué vendes aquí?‐ le preguntó el chico.
‐ Todo lo que desees – respondió amablemente el ángel.
Entonces, el chico comenzó la lista de sus peticiones: quiero la paz en el mundo, quiero más igualdad para todos, quiero más generosidad para los extranjeros, quiero trabajo para los parados...
En aquel momento, el ángel lo interrumpió:
‐ Lo siento joven. Veo que no se me ha entendido bien. Nosotros no vendemos “frutos”, sino solamente semillas.
No cabe duda de que las pequeñas cosas que cumplamos bien ahora, más adelante, darán esos “frutos” que todos deseam
- ¿Qué preferimos frutos o semillas?
- ¿Qué dura más los frutos o las semillas?
- ¿Qué semillas podemos comprar hoy que nos vendrían bien en este curso?
Amigo Jesús, te damos gracias porque nos invitas a comprar semillas, semillas que nos ayuden a crecer juntos, a trabajar juntos, a jugar juntos...
Que de verdad cuidemos de estas semillas, para que en un futuro den fruto abundante, frutos que podamos compartir con los que nos rodean y con aquellos que más queremos. Gracias Jesús
SAN PEDRO POVEDA, RUEGA POR NOSOTROS.
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