En esta mañana, te sugiero que agradezcas a Dios el regalo de un día más en tu vida. Pon, de inmediato, a funcionar tu voluntad para que ella sea el motor de todo el día.
Quien bien empieza tiene ya medio camino hecho. Reparte alegría a tu alrededor, buen humor y deseos de que todos pasen un buen día.
Convence a tu mente de que todo es posible y de quieres que así sea. Entonces, ya estás preparado para afrontar bien tu jornada de trabajo.
Así como el deportista, antes de competir, se prepara físicamente con pequeños ejercicios; así mismo debes hacerlo tú.
No te canses de colaborar en tu trabajo, porque el más beneficiado serás tú, todos te apreciarán y se sentirán bien a tu lado.
Hoy es un día para superarte, para llegar un poco más lejos que ayer.
Y al final del día, olvida cuanto de negativo te ha sucedido y entiérralo en el campo del olvido para que no te haga daño.
Amigo; de corazón te deseo un buen día y una mejor semana.
¿Somos capaces de convencernos de que merece la pena comenzar un nuevo día?
¿Sabemos motivarnos desde lo nuevo que nos va a ocurrir hoy?
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ORAMOS JUNTOS:
Señor Jesús, hoy te damos gracias porque nos invitas a despertar de nuestro sueño.
A veces queremos conseguir grandes metas, queremos tener éxito... pero no ponemos los medios para ello.
Que en el día de hoy aprovechemos cada minuto, cada segundo de lo que acontezca.
Que de verdad, tengamos la fuerza que nos regalas para hacer las cosas como debemos hacerlas.
Gracias Jesús por este nuevo día y por esta nueva oportunidad.
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