Hoy celebramos la fiesta del Corpus Christi, es decir, la fiesta del cuerpo y sangre de Cristo. En realidad sólo se celebra en algunas ciudades o pueblos, como Sevilla o Granada, el resto lo celebraremos el próximo Domingo. Se trata de una de las fiestas con más tradición en la Iglesia. En muchos pueblos y ciudades es la fiesta más importante del año. Es un gran acontecimiento. En muchos lugares se engalana el recorrido por el que pasará la procesión.
En la última cena, Jesús pronunció las famosas palabras en las que sosteniendo un trozo de pan dijo: “Tomad y comed todos de él porque este es mi cuerpo”. Algo parecido dijo con la copa de vino. Jesús se entrega y se queda con nosotros en forma de pan y vino. Y lo hace para que su cuerpo y sangre sean nuestro alimento para caminar en la vida.
Todos hemos tenido alguna vez la experiencia de acordarnos de alguien que ya no tenemos cerca. Bien porque se haya marchado, o bien porque haya fallecido. Normalmente tenemos asociado a su recuerdo algún lugar, algún gesto, alguna cosa o incluso algún olor. Volver a ese sitio o tocar ese objeto determinado nos transporta como si estuviésemos con esa persona. Es como una especie de compañía espiritual.
Con Jesús pasa algo parecido. En la última cena Jesús le dijo a sus discípulos, y por tanto también a nosotros, que cada vez que queramos recordarlo que partamos el pan en la Eucaristía. Cada vez que vamos a misa hacemos exactamente eso: recordar al Señor como alguien muy importante en nuestras vidas.
Cuando mañana o el domingo, los cristianos vayamos por las calles de pueblos y ciudades acompañando al cuerpo de Cristo en forma de pan, estaremos diciendo al mundo que ese hombre llamado Jesús dio la vida por todos; que defendió a los más débiles; que dio y sigue dando razones para vivir a millones de seres humanos. Y que alguien tan humano tan humano, sólo puede ser Dios mismo.
Feliz día!!
“Cada vez que queráis recordarme”, dijo él, “haced esto”. Es decir, cada vez que queramos acordarnos del maestro hemos de partir el pan de la Eucaristía.
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