El pequeño pueblo de Monte Alegre era famoso por su agua. Del manantial de Monte Alegre manaba un agua que era una delicia. Muchos le atribuían propiedades curativas. Los vecinos del pueblo llenaban y llenaban botellas de plástico de agua, las guardaban en un gran almacén y las vendían en los supermercados cercanos.
Monte Alegre era el lugar más tranquilo del mundo, al menos hasta que el agua empezó a faltar, su bien más preciado. Un día, de repente, se encontraron con el almacén vacío: les habían robado sus botellas de agua.
-La policía descubrirá quién está robando el agua -informó el alcalde a los vecinos-. El Inspector Mayalde llegará desde la capital mañana a primera hora para ayudar a la policía local con la investigación.
El inspector Mayalde era famoso por solucionar casos curiosos con no menos curiosas estrategias. Y fue una de estas curiosas estrategias lo que ayudó a solucionar este caso. Así que nada más bajar del tren, el inspector Mayalde empezó con sus pesquisas.
-Quiero que mañana reúnan a todo el pueblo -dijo el inspector al alcalde a la policía-. Celebraremos la gran fiesta del agua y atraparemos al ladrón. Lleven todas las botellas de agua que tienen guardadas en sus casas.
Algo incrédulos, el alcalde y los policías hicieron lo que se les pidió. A la mañana siguiente todo el pueblo se congregó en la plaza para beber su deliciosa agua.
-Estamos aquí reunidos para celebrar la fiesta del agua -dijo el inspector Mayalde, dirigiéndose a la gente-. Conserven las botellas, pues en cada una pondremos un número para participar en un sorteo.
La gente empezó a beber agua y a disfrutar de la fiesta. Había aperitivos, música y juegos. Cuando empezó a atardecer, el inspector Mayalde volvió a hablar a los vecinos.
-Empieza el sorteo -dijo el inspector-. Y les doy un gran anuncio: todos ustedes han bebido agua intoxicada. Cuando les hemos puesto la pegatina con el número también hemos introducido veneno en las botellas con una jeringuilla. En pocos minutos empezarán a sentir un terrible picor por todo el cuerpo.
Enseguida todos los vecinos empezaron a rascarse.
-Pero no teman -continuó diciendo el inspector Mayalde-. Hay un antídoto. El agua del manantial es el antídoto. Si el ladrón devuelve el agua ahora mismo no pasará nada. Tendrán que beber la misma cantidad de agua del manantial que hayan tomado hoy en la fiesta.
-¿Qué pasa si el ladrón no nos da el agua robada? -preguntó alguien.
-Que todos sufrirán terribles picores durante tres días -dijo el inspector Mayalde.
Un grupo de diez niños se acercó al inspector Mayalde.
-Nosotros hemos robado el agua -dijeron.
-Yo también ayudé -dijo otro niño.
-Y yo…
-Y yo..
Y así se fueron sumando uno a uno todos los niños del pueblo.
-Pero, ¿se puede saber qué es esto? -preguntó el alcalde-. ¿Os dais cuenta de que podríais haber acabado con el medio de vida de Monte Alegre? De aquí salen miles de litros de agua todos los días, agua que se distribuye por todo el país y que incluso se vende en el extranjero.
-Y cientos de toneladas de residuos, señor alcalde -dijo uno de los niños-. ¿Sabe usted la cantidad de residuos que generan las botellas de plástico de un solo uso?
-Dadnos el agua ya, que ya no aguantamos el picor -empezó a gritar la gente.
-Tranquilos, no hay peligro -dijo el inspector Mayalde-. Era mentira. Supuse que los ladrones vivían en el pueblo y que, a pesar de todo, no dejarían sufrir a sus vecinos.
-Devolveremos todo el agua -dijo el mayor de los chicos-. Pero con una condición: queremos que el agua se venda en botellas de cristal reciclable, con un sistema de retorno del envase y reuso.Todo el pueblo empezó a aplaudir, y asintió con las ideas de los muchachos.
Y así se hizo. Desde entonces, ha nacido una nueva empresa en el pueblo que se encarga de la devolución y reutilización de las botellas de agua gestionada por las chicas y chicos de Monte Alegre. Porque beber agua es bueno para la salud, pero no podemos olvidarnos de la salud del medio ambiente. Es nuestra responsabilidad cuidar de la casa común: la Naturaleza.
(Basado en un cuento de Eva María Rodríguez)
PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO
¿Crees que la actuación de los ladrones fue la correcta?
¿Si fuerais el inspector Mayalde, hubierais hecho lo mismo?
En nuestro día a día ¿compramos lo que realmente necesitamos?
¿De qué manera podríamos hacer un consumo responsable de nuestros productos?
¿Si fuerais el inspector Mayalde, hubierais hecho lo mismo?
En nuestro día a día ¿compramos lo que realmente necesitamos?
¿De qué manera podríamos hacer un consumo responsable de nuestros productos?
ORACIÓN
Evangelio: Mateo 6, 25-26
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.
¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
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