Cuento: Los enanitos fontaneros
Miguel tiene 2 años y ha aprendido a lavarse los dientes. Su papá le ha enseñado cómo coger el cepillo y extender la pasta. “Pon poquita pasta, como una bolita de guisante. Así es suficiente y nunca tendrás caries”, le decía.
Miguel sabía lo que eran las caries, porque su primo Roque ya había tenido unas cuantas. Le encantaban las chucherías y comía muchas. Encima no se lavaba los dientes casi nunca. Así que tuvo que ir al dentista, y la verdad es que no le gustaba mucho.
Miguel se cepillaba muy bien los dientes después de comer y cenar. Y solo ponía una bolita de pasta en el cepillo, como le decía papá. Hay que ser responsables y no malgastar ni pasta ni agua. Mientras nos cepillamos, el grifo ha de estar cerrado para no derrochar agua, la necesitamos.
Un día, mientras Miguel estaba terminando de cepillarse los dientes para ir a dormir, escuchó un ruido. Era una como un quejidito que venía del agujerito del lavabo. El ruidito paró y Miguel se fue a su cama, como hacía todas las noches. Allí le esperaba su mamá para leerle un cuento, rezar al niño Jesús y darle el besito de las buenas noches. Pero esa noche Miguel tuvo un sueño especial. Se oía el ruidito, que se convirtió en un ruido, una voz, varias voces que gruñían, unos ruidos de palas… alguien que trabajaba.
Miguel se cubrió con la colcha de su cama y se acercó al baño. Allí descubrió que una baldosa de la pared estaba abierta como si fuera una puerta, y que dejaba ver la tubería abierta del cuarto de baño. ¡Qué susto!, unos enanitos habían hecho ese agujero. Por ahí sacaban la basura que atascaba las cañerías del lavabo, el váter, la bañera. Y extraían toallitas sucias, tubos de papel higiénico, bastoncillos de oídos…¡cuánta basura!.
Los enanitos continuaban con la tarea, como si no le vieran y llenaron la papelera del baño… que apenas usaba. ¡No era responsable! Y es que Miguel, a menudo, tiraba las cosas al váter en lugar de a la papelera, como le recomendaban sus papás. Por ello estaba a punto de causar un atasco y habría que llamar al fontanero, y pagarle muuuucho dinero de ese que tanto les cuesta a los papás ahorrar.
¡No puede ser!, hemos de ser más responsables y tirar la basura a la papelera para no ensuciar ni contaminar la naturaleza.
El niño lo entendió todo a la primera y, desde ese día, empezó a usar la papelera del cuarto de baño.
- ¿Sabéis lavaros los dientes?
- ¿Cómo lo hacéis?
- ¿Cuándo os laváis los dientes?, ¿por qué debemos lavarlos?
- ¿Qué os parece que Miguel tirara las cosas al váter en lugar de usar la papelera?
- ¿Cómo podemos ser responsables con el medio ambiente?, ¿Y con nuestra familia?, (Ideas)
- ¿Qué hacemos para cuidarnos?, ¿cuántas cosas podemos hacer solitos, sin ayuda
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