Lc 1,26-38. Alégrate. En medio de estos tiempos de incertidumbre y oscuridad, llenos de problemas y dificultades, lo primero que sorprendentemente se nos pide es no perder la alegría. Sin alegría la vida se hace más difícil y dura.
El Señor está contigo. Es la alegría interior y la confianza que nace en quien se enfrenta a la vida con la convicción de que no está sola.
Todo lo que necesitas para ser la mejor mamá está dentro de ti. Confía en tu corazón, y deja que tu instinto haga lo demás.
No temas. Son muchos los miedos que pueden despertarse. Miedo al futuro, a la enfermedad, a la muerte. Nos da miedo sufrir, la soledad, el no ser amados. Necesitamos confianza, seguridad, luz.
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