1. Estira los brazos hacia adelante con las palmas de las manos mirando hacia ti. ¿Qué ves?
2. Ahora, dobla los codos. ¿Qué ves?
3. Acerca más las manos hasta tocar la nariz. ¿Qué ves?
4. Pon las palmas de las manos en la sien, izquierda y derecha. ¿Qué ves?
-Cuando miramos desde cierta distancia, vemos las cosas con mayor claridad, incluyendo las circunstancias que la rodean.
-Cuando miramos nuestra vida centrándonos mucho en ella, no podemos ver el mundo que nos rodea, todo se reduce a mí.
-Hay momentos en que los acontecimientos que nos pasan, no nos dejan ver la realidad, estamos ciegos ante la realidad, ni siquiera somos capaces de apreciarnos a nosotros mismos.
-Cuando somos incapaces de dialogar, de aceptar otro modo de pensar, es como mirar con antojeras, solo vemos lo que tenemos delante, y nos perdemos el mundo que nos rodea.
PADRE NUESTRO...
SAN PEDRO POVEDA, RUEGA POR NOSOTROS.
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