Como todos los lunes empezamos la semana escuchando el Evangelio de ayer domingo.
Siéntate bien….apoya los pies en el suelo, mantén la espalda recta. Sitúate aquí y ahora. Respira con tranquilidad. Toma conciencia de tu respiración. Trata de hacer silencio en tu interior. Olvídate durante un minuto de lo que tienes alrededor. Simplemente respira. Haz 3 respiraciones profundas. Escuchamos con atención el Evangelio y aprendemos de Jesús para que seamos cada día más felices.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (1,29-39)
En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar.
Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: «Todo el mundo te busca.»
Él les respondió: «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.»
Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.
Jesús sanó a la suegra de Pedro, curó a muchos enfermos y estaba siempre disponible para atender a cuantos le pedían ayuda. Y además siempre encontraba algún rato para estar con su Padre Dios y mantener con Él una relación estrecha y cariñosa, porque eran uña y carne.
Intenta responder en silencio a estas preguntas :¿Qué me enseña hoy Jesús? ¿Quién necesita mi ayuda? ¿Cuido a los demás?
.-Jesús tiene poder y mucho amor para sanar (toma a la suegra de Pedro de la mano y la ayuda a levantarse. No solo la cura, lo hace con mucho cariño). Podemos confiar en Jesús. Los que estaban en la casa le pidieron a Jesús por la suegra de Pedro. Debemos orar por la gente que nos rodea, familiares, compañeros y amigos.
.-La mujer sirvió a Jesús tan pronto como se sintió sanada. Eso es lo que Dios espera que también nosotros hagamos. Que le sirvamos siempre que podamos.
Tenemos por delante el reto de vivir como lo hizo Jesús; Y ahora la pregunta es: ¿Estás dispuesto o dispuesta a seguir los consejos de Jesús?¿Crees que lo puedes hacer? ¿Estás preparado y preparada para cuidar a los demás? Hoy tienes la oportunidad de ponerte en marcha.
Terminar rezando un Padre Nuestro y un Ave María
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