Buenos días.
Hace dos mil años también se buscaba la felicidad. También había muchas preocupaciones y problemas y también se sentía la necesidad de ser libres... y de dar sentido a la vida.
En Palestina, los judíos vivían sometidos a los romanos, que ejercían su poder para extraerles los impuestos...
Vivían sometidos a unas leyes religiosas, cada vez más extensas, que era casi imposible vivir sin saltarse alguna. Leyes que estaban por encima incluso de los hombres...
Vivían agobiados por las modas, la ropa, la comida, como si sólo eso diera la felicidad...
Tanta falta de libertad, tanta exageración de cumplimiento religioso y tanto agobio por las cosas materiales necesitaba otra manera de ver las cosas, alguien que dijera esto no puede ser así.
Y eso fue lo que Jesús, un hombre libre, hizo. Gritar hace dos mil años un mensaje de libertad, dar la vuelta a la tortilla y dar un sentido nuevo a la vida...
Para liberarse de la tiranía del poder... “no gobernéis ni mandéis tiranizando al pueblo. Entre vosotros, el que quiera mandar, que sea servidor...”.
Para liberarse de la esclavitud de las normas religiosas... “es más importante ayudar a los hombres que cumplir normas religiosas ridículas”.
Para liberarse de las preocupaciones exageradas por la ropa, las comidas... “no andéis agobiados por cómo os vais a vestir y por lo que vais a comer, que vuestro cuerpo es mucho más importante y Dios os cuida, confiad en Él”.
Éste es el mensaje de libertad de Jesús anunciado hace dos mil años. Ésta es la oferta de un nuevo sentido para la vida de los hombres.
Este hombre sigue vivo, y dicen que se cuela en los sueños de la gente, y les hace cambiar de vida. Te animo a conocer el mensaje de Jesús de Nazaret: te sorprenderá.
¿Lo ves viable en nuestro mundo y en el momento que nos está tocando vivir?
Amigo Jesús, te damos gracias por el proyecto y la tarea que nos dejaste: contagiar a todo el mundo el amor que nos tienes.
Tú no quieres complicaciones, tu mensaje es bien sencillo, pero cuesta mucho hacerlo realidad.
Danos fuerza, para que entre todos seamos capaces de ir realizando pequeñas conquistas.
Que el mensaje de libertad que nos regalaste, también nosotros lo trasmitamos con nuestras palabras y obras del día a día.
Gracias Jesús.
SAN PEDRO POVEDA, RUEGA POR NOSOTROS.
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