¿Qué tal te has levantado hoy? ¿Se te han pegado las sábanas? Seguro que cuando tu madre te ha llamado le has dicho: “Mamá, déjame un poquito más... Sólo un poquito...”
Bueno, te has lavado y vestido, has desayunado, has cogido la mochila y te has lanzado por las escaleras a encontrarte con tus amigos y amigas que te esperaban en el portal y te has dirigido al Cole.
Pero, ¿te has fijado en la gente con la que te has cruzado? ¿Te has dado cuenta de cómo van a trabajar? Te invito a que lo hagas mañana; verás que la mayoría van casi dormidos y muy serios, y silenciosos... ¿Estarán contentos?
¿No crees que nuestras mañanas necesitan un poco más de alegría, un poco más de sonrisa?
¿Somos personas alegres?
¿Manifestamos la alegría a los demás?
ORACIÓN:
Si hago sonreír a Dios,
el mundo me sonreirá.
Y yo: ¿Cómo hago sonreír a Dios?
Dios sonríe, si ahora, en este momento
me quiero así como soy. Como Él me creó.
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