Cada vez se producen más objetos de plástico, como platos, vasos, botellas o bolsas. Cuando nos deshacemos de ellos pueden acabar en un vertedero, ser quemados o reciclados. Sin embargo, debido a la acción del viento y la lluvia, estos residuos también pueden llegar al mar incluso cuando los tiramos a la basura.
Muchos de los plásticos que encontramos en el mar proceden de vertidos de basura, de vertidos accidentales desde barcos, o de depuradoras y plantas de tratamiento de aguas.
Una vez los objetos de plástico llegan al mar pueden ser ingeridos por la fauna marina y acumularse en su interior, pueden quedarse en suspensión o flotando en la superficie, pueden finalmente hundirse y permanecer en el fondo marino.
Reflexión:
Cada año, más de un millón de aves y más de 100.000 mamíferos marinos mueren como consecuencia de todos los plásticos que llegan al mar.
¿Cómo podemos cambiar esta situación?
¿Qué puedes hacer tú?
Padre Nuestro
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