Los amigos de Jesús se estaban acostumbrando a que apareciese de vez en cuando Jesús resucitado. Pero él les intentaba explicar que no iba a ser siempre así. Y les decía: “Yo me voy a ir. Tengo que volver a donde mi Padre”. Ellos entonces lo miraban con cara de pena, como si los fuera a abandonar otra vez. Entonces les explico: “Mirad, os voy a dejar tres cosas: lo primero, mi palabra. Ya la conocéis. Me habéis oído muchas veces, y sabéis lo que he dicho. Si lo cumplís, yo estaré con vosotros. Lo segundo, mi Espíritu. Os irá recordando todo lo que os he dicho. Y lo tercero, mi paz. No es la paz de los días en que no pasa nada. Es una paz que es a la vez alegría. Es la paz de quien ha encontrado su camino. Yo os he enseñado mi camino”.
Y así, Jesús les prometió la paz, la palabra y el Espíritu, que seguimos teniendo todavía hoy.
Jesús vuelve a anunciar a sus apóstoles que se marchará pronto y les insiste en que enviará el Espíritu para que les fortalezca y les mantenga. Es por esto, que en esta semana debemos de sentir cómo Dios nos cuida y nos protege. En los momentos difíciles ¿sientes la cercanía de Dios? ¿Es Dios tu apoyo o en quién te apoyas para superar las dificultades? Muchas veces sentimos como que Dios nos ha abandonado, porque no le escuchamos, pero pese a todas las dificultades, Dios nunca nos abandona.
¡Buena semana!
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