Hablemos hoy de una de las más bellas obras en las que se
representa a María: “La Piedad de Miguel Ángel”. Esta obra de arte se encuentra
en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, la hizo Miguel Ángel Buonarroti
(1475‐1574).
Es una escultura. La Virgen Maria sostiene entre los brazos a Jesús muerto,
recién bajado de la cruz. En el rostro de Maria se puede notar la
tristeza del momento su hijo está delante de ella muerto, horas antes ha
sido torturado y clavado en una cruz. Como madre está rota de dolor, ha visto
cómo su hijo era tratado como un delincuente y sentenciado a muerte, una muerte
brutal y llena de sufrimiento. Pero en el rostro de Maria también hay sitio
para el amor, su mirada es de ternura hacia Jesús. Un amor maternal que se ha
visto sacudido por la tragedia. Cuántas veces lo tuvo entre sus brazos cuando
era un bebé lleno de vida, y por las noches se despertaba llorando como
cualquier niño, o cuando lo acunaba y quedaba dormido lleno de paz y
tranquilidad. Muchas preguntas parecen agolparse en la mente de Maria al ver el
rostro de su hijo inerte, muchos porqués que sólo desde la fe pueden hallar una
respuesta.
Es un momento triste, un silencio envuelve a esta madre,
el mundo se ha parado, ella ha perdido lo que más quería, el motivo de sus
desvelos, de sus alegrías, de sus esperanzas, a su hijo, un hijo joven y lleno
de vitalidad, ahora está entre sus brazos. No sé si puede caber más dolor
en la mirada de una madre, como el que transmite esta obra de arte y que seguro
se ajusta a lo que sintió Maria. Es una situación especialmente dura que
ninguna madre querría pasar, ella dentro de la tristeza también da muestras de
serenidad llena de profundidad, no exenta de dolor y llanto. Esto es lo que
esta escultura de Miguel Ángel puede sugerir o al menos es lo que me sugiere a
mí al contemplarla.
Sabemos que María, fue una gran madre que rebosaba de amor hacia su hijo, a
pesar de vivir las peores situaciones que una madre puede vivir.
Que de verdad apreciemos y queramos a nuestras madres, y sobre todo, que
sepamos demostrarles el gran amor que le tenemos.
DIOS TE SALVE MARÍA…
No hay comentarios:
Publicar un comentario