Tres acciones componen el núcleo de nuestro lema: Escuchar, Acoger y Acompañar. Vamos a detenernos un poquito hoy en la ESCUCHA:
“No escuchar al que te habla, no sólo es falta de cortesía, sino también de menosprecio. Atiende al que te hable; en el trato social nada hay tan productivo
como la limosna de la atención.” (Honoré de Balzac)
¡Qué paz se siente cuando eres escuchado! Te sientes como una persona nueva a la que respetan.
Escuchar a alguien es meterse en su mundo interior para respetarle y para que deje que todo lo que tiene dentro, pase como vasos comunicantes hacia ti.
Sí, es cierto. Cada vez que atiendes a alguien, cada vez que te detienes con otro para no pensar más que en él, y dejas tus preocupaciones personales, te estás ganando el aprecio y la fidelidad de quien te habla. No te cierres en banda con tus intereses. No sería humano.
¡Qué pena que cuanto mayor son los medios de comunicación que nos permite la tecnología, más escasa es la escucha de los demás. O sea, la incomunicación. Mira el siguiente vídeo y espero que no resulte familiar:
Las tecnologías de la información y comunicación (TIC): ¿nos impiden escuchar?
Señor Jesús, en este día que comienza, queremos poner especial interés en escuchar al otro, en atender al que habla.
Estamos convencidos que el otro es un pozo de sabiduría, de experiencia... y que a través de él, somos capaces de aprender, de experimentar, de sentir...
Danos fuerza, para saber escuchar, para saber atender, para llegar a profundizar en la conversación, compartiendo la riqueza que cada uno llevamos dentro.
En este curso, la vida se hace camino a través del compartir. ¿Te acompaño?
San Pedro Poveda, ruega por nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario