Jesús está en la ciudad de Cafarnaúm y desde allí anuncia el Reino de Dios. Paseando junto al lago, vio a Simón y a su hermano Andrés. También vio a Santiago y a su hermano Juan. Eran pescadores; y entonces Jesús les dijo: “Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres”.
Todos dejaron las redes, su barca y le siguieron.
Mt 4,12-23. En medio de la faena, del trabajo, Jesús nos busca. Igual que buscó a Simón Pedro, a Andrés, a Santiago y a Juan. Pero debemos dejarnos encontrar. Estar atentos, guardar momentos de parada, de oración, de celebración en comunidad, para escuchar su llamada.
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Ellos lo tuvieron claro «Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron». Pescar personas, darles a conocer la buena noticia de que «está cerca el reino de los cielos», hacerles saber y sentir que ellos también están invitados a participar en este proyecto, el proyecto que propone Jesús, hacer realidad el sueño de Dios: una vida digna y plena para todos sus hijos, el reino de los cielos en la tierra. Hoy Jesús también te llama a ti ¿estás dispuest@ a dejarlo todo y seguirle?
¿A qué te sientes llamado/a?
¿Qué quieres hacer con tu vida?
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