Hoy más que nunca podemos decir a Jesús ¡cuenta conmigo! y lo hacemos quedándonos
en casa para que ese virus se vaya definitivamente.
Gracias Señor por los pies
Gracias
Señor por mis pies,
Porque con
ellos puedo recorrer el mundo
Y ver
lugares maravillosos.
Gracias
Señor porque también puedo correr
e ir a
donde están mis amigos,
jugar con
ellos, saltar y bailar.
Gracias
porque con mis pies puedo llegar a toda la gente que me quiere.
Enséñame
Señor el camino que tengo que recorrer para llegar a aquellas personas que más
me necesitan.
Quiero
ayudarte. ¡Gracias Señor!
¡Buenos días!
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