No puedes elegir lo que viene,
pero sí cómo vivir lo que viene.
Y es ahí cuando abrimos los ojos, cuando sólo escuchamos las olas desembocando en la orilla. Es ahí cuando comprendemos que ningún problema es tan grande como el océano, que de nosotros depende tenerle miedo a nadar o acabar haciendo surf con cada ola que viene arrastando un problema. El agua salada sana, te hace ver que por muy pequeño o pequeña que sean en el mundo, eres capaz de cruzar cualquier océano, porque jamás ningún problema debe ser más grande que tú.
¿Qué has entendido del texto? ¿Te ves reflejado aquí? ¿Cómo reaccionas ante los imprevistos?
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