A las mellizas les encanta el agua, bañarse y jugar en la bañera, dejar correr el chorro de agua mientras se lavan los dientes, abren los grifos del colegio y se tiran agua... Nunca se resisten a jugar con el agua. Además, su madre suele decirles que son como tres gotas de agua.
Pero lo que las niñas nunca hubieran imaginado es que un mago llamado Desierto las convirtiera en... ¡tres auténticas gotas de agua! Ni tampoco que las hiciera caer en forma de tormenta sobre Tierra Seca, un lugar que sufre una gran sequía... que con sólo tres gotas no consiguieron que saliera ni una hierba.
El mago les dijo que hacía tiempo que el agua del río no llegaba hasta aquel lugar. ¿Imagináis porqué? Pues porque la mucha gente desperdiciaba el agua en otros lugares. Además habían talado los árboles y la lluvia ya no venía. La mellizas le dijeron al mago Desierto que les volviera a convertir en niñas y le prometieron...
- ¿Qué le prometerían al mago las mellizas?
- ¿Y qué le prometerías tú?
Es verdad que tenemos la suerte de abrir el grifo y verla caer: es un milagro.
Pero estamos tan acostumbrados a verla y a tenerla, que llegamos a no valorarla. Ayúdanos a aprovecharla, a cuidarla, a no malgastarla... porque es un regalo que muchas personas de nuestro mundo no lo poseen.
Que seamos solidarios, que sepamos compartir el agua, gastando lo estrictamente necesario.
Este también es tu mensaje Jesús, y queremos hacerlo vida. GRACIAS JESÚS.
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