VÍDEO DEL LEMA

viernes, 10 de abril de 2020

SÁBADO SANTO: VIVE + A JESÚS

Estamos en el tercer día del Triduo Pascual:

- El Jueves miramos a Jesús lavando los pies a sus discípulos; con su gesto nos dice que el servicio identifica la vida de los cristianos. Se entregó Él mismo para quedarse siempre con nosotros: Tomad y comed esto es mi cuerpo… ésta es mi sangre. Instituyó el sacerdocio. Y nos dejó su mandato: amaos unos a otros como Yo os he amado

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- Ayer, Viernes Santo, contemplamos a Jesús en su pasión y muerte. Clavado en la cruz: perdona, llama a su Padre, nos da a su Madre y, por fin, entrega su espíritu y muere. Entre estremecimientos y gritos de dolor, según recoge Lucas, pronuncia unas palabras que descubren lo que hay en su corazón: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Así es Jesús: Ha pedido a los suyos “amar a sus enemigos y rogar por sus perseguidores”. Ahora es él mismo quien muere perdonando. Convierte su crucifixión en perdón.

- Hoy, Sábado Santo, la Iglesia no celebra liturgia alguna. Permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y su muerte.

El Señor ha muerto, lo expresa el altar desnudo. Es día de silencio. Esperamos en silencio, para que nuestro corazón se prepare a llenarse de la alegría de la Resurrección, que celebraremos esta noche en la Vigilia Pascual.
Hoy es un buen día para acompañar a María y esperar con Ella la Resurrección de su Hijo.
Es un buen día para hacer nuestro el dolor de tantas personas que están sufriendo en distintas partes del mundo, a causa de la pandemia del COVID-19, y de “tantas pandemias” que nos pasan desapercibidas…porque no nos tocan de cerca.
Acompañamos a María en su dolor para que Ella nos enseñe a acompañar el dolor de nuestros hermanos.
Puedes hacer esta oración tú solo/a…mejor si podéis reuniros la familia, o varias personas que queráis compartir la experiencia…
En cualquier caso, nos sentimos unidos/as a toda la humanidad sufriente. Oramos teniendo presentes a tantas personas que están sufriendo el dolor y la soledad en cualquier parte del mundo.

ORAMOS CON MARÍA


Canto: Madre del silencio




Miramos a María, la Madre Dolorosa. Su corazón está roto por el sufrimiento del hijo, pero su esperanza está firme porque sabe que la muerte no va a ser la última palabra, y la promesa se cumplirá: El Padre le resucitará.

Seguimos las indicaciones de San Ignacio en los Ejercicios, y hacemos la “composición de lugar”: Nos colocamos dentro de la escena.
- María está en casa de Juan. Entramos.
- Miramos a María, sola y desconsolada, en silencio.
- Le pedimos permiso para ponernos cerca de ella y compartir su dolor.
Con Ella miramos a tantas madres con el corazón roto… Decimos sus nombres.
Pedimos para ellas fortaleza en la esperanza de que también en sus hijos va a triunfar la vida, la Vida.
Imagen de “Mater”

Hacemos silencio

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