REFLEXIÓN:
Seguimos dando vueltas a este inicio de cuaresma.
El miércoles, el sacerdote nos impuso la ceniza con la frase: “Conviértete y cree en el evangelio”.
Y es que cuaresma es tiempo de conversión.
Conversión significa cambiar. La cuaresma es una oportunidad para descubrir todo lo bueno que habita en nuestro interior y que Dios ha puesto en nosotros, pues somos imagen suya.
Ayer hablábamos de la importancia que
tiene para cualquier persona revisar nuestro interior para poder dar la mejor versión de nosotros mismos.
En ese cambio que significa la conversión hay alguien en nuestro interior que nos ayuda a ello, que nos repara los mejores sueños; que nos transforma lo malo en bueno, si lo dejamos obrar.
¿Qué frase de la canción me ha resonado más?
¿Dejo al reparador de sueños que llegue hasta el salón principal para hacer su tarea mejor?
ORAMOS JUNTOS
“Señor, la buena tierra de mi vida está bien dispuesta, hazla fecunda con tu Presencia en mí y cuida con esmero mi corazón para poder crecer según tu proyecto, amén”
Padrenuestro…
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