Se puede poner directamente el audio de la relajación y de la reflexión, o leerlas. Seguidamente tenéis las dos propuestas.
Audio de la relajación y de la reflexión:
1- Relajación. Nos sentamos de forma cómoda, con la espalda recta y los pies tocando el suelo. Los brazos permanecen recostados sobre las piernas. Cerramos los ojos y centramos nuestra atención en la respiración. Ahora solo eres importante tú. Importa el aquí y el ahora. Inspiramos y expiramos a un ritmo que nos sea cómodo. El aire entra y sale de nuestros pulmones….
Notamos como nuestro abdomen sube y baja a un ritmo cómodo y constante. Con cada inspiración, te llenas de energía positiva, y cuando expiras, te vas liberando de todo aquello que te preocupa… Poco a poco te vas relajando…
2- Reflexión. Durante toda esta semana nos hemos fijado en la importancia de cuidar nuestra interioridad, y de estar atentos a las necesidades de los demás. El silencio, el recogimiento y la quietud nos permiten conocernos mejor. ¿Cómo te sientes? ¿Qué has observado durante esta semana adentrándote en tu interior? Todos y cada uno de nosotros y nosotras tenemos dones que Dios nos ha dado. ¿Qué dones has podido reconocer en ti mismo?¿Cuáles de ellos has sentido que podrías ofrecer a los demás? Todos y todas tenemos la sal, es decir, el amor necesario para poder ser sal para los demás, pero debemos ser conscientes de que la poseemos y tener la determinación de querer ofrecerla. Siempre, podemos ofrecer mucho más de lo que pensamos. Porque como decía Pedro Poveda, no hace falta ser rico para dar, basta ser bueno.
3-Ponemos palabra. Ahora individualmente
Todos estos dones que has reconocido son los que te van a servir para, salar…..
Mediante dibujos, expresa los dones con que Dios te ha bendecido.
Mientras estamos haciendo esta actividad, vemos este vídeo.
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