PENSAMIENTO:
La gran aportación de Teresa a la espiritualidad, aquello que le otorga auténtico magisterio, es su modo de entender la oración: una relación de amistad con Dios, que nos ama.
Recordemos la frase de Teresa de Jesús: “Orar es tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”
Teresa de Jesús, El Libro de la Vida 8, 5.
Esta sencilla frase de Teresa de Jesús nos abre a un mundo nuevo: se nos invita a vivir una verdadera amistad con Jesús.
¡Qué bonito es tener por amigo a alguien que no nos falla!
Él siempre nos habla en Verdad, desde la Bondad y con Autenticidad.
Si conseguimos que forme parte de nuestra vida, será un acontecimiento que marcará nuestro interior, nuestros afectos, nuestro modo de ver las cosas.
Entonces, la oración se convierte en un momento especial, íntimo, cara a cara y, por eso, lo disfrutamos en soledad y silencio.
Cristo nos espera en lo más profundo de nosotros y nos llama suavemente porque… nos ama. Orar nos introduce en la hondura de este amor.
La oración es más que un tiempo en un espacio concretos, es un camino a recorrer con Jesús. Y como todo camino, tendrá sus alegrías, sus dificultades, sus dudas… Por eso, si quieres vivir esta amistad con Él, necesitas comenzar, como dice Teresa, con “Determinada determinación”
¿Qué significa eso? Sencillamente, que entres en la oración con decisión, con valentía, con generosidad, dispuesto a una aventura imprevisible, pero ¡¡de amistad!!
REFLEXIÓN:
¿Te animas a recorrer este camino hacia lo más profundo de tu ser, para luego salir hacia fuera de ti?
Juntos andemos, Señor,
Por donde fuereis Tengo que ir,
Por donde pasareis Tengo que pasar.
Teresa de Jesús, Camino de Perfección 26, 6.
SAN PEDRO POVEDA, RUEGA POR NOSOTROS